lunes, 9 de abril de 2018

Moguer, 9 de abril de 2018 e. c.

Generalmente,
tener una madre
no te salva la vida
pero te la da;
no te da alas para volar
pero te impulsa;
no te asegura un futuro
pero te guía;
no tiene superpoderes
pero sabe amar.
Por eso,
el mayor elogio que recibo
es cuando tú,
mijita,
al principio por lapsus
y ahora como gracieta,
me llamas mamá.