martes, 21 de febrero de 2017

Moguer, en algún momento de 2014 e. c.

Mira a las personas, una a una. Todas tienen su vida, sus sueños.

Atrévete a mirar a las personas a la cara, independientemente del status que crean tener, son seres humanos como tú y yo, con sus miedos y su historia a cuestas.

Mira a las personas siempre de frente. Pertenecen, como pertenecemos, a esa especie engreída tan insultante, tan ignorante, tan inconsciente, tan destructiva,… tan auto destructiva.

Mira a las personas a los ojos, valen tan poco que les gusta ponerse precio y mirar más allá aunque no sepan de dónde.

Mira a las personas mientras te queden ganas de seguir mirándoles.

domingo, 12 de febrero de 2017

Moguer, 12 de febrero de 2017 e. c.

Tengo la sensación de alcanzar un sueño que jamás me había planteado, mijita. Y te lo debo a ti.

Pasado mañana, celebraré mi cumple por todo lo alto, cariño... Dos sillitas ya... Iré a leeros poesía, y a cantárosla. Al principio, opté por ir sólo a tu clase pero el director me propuso ir a todas las de infantil porque los demás escritores sólo parecían querer ir a las clases "de los mayores". Acepté, y sólo suspiro por verte la carita ese día.

Ya puedes estar tranquila que no voy a tratar de mantener con tus compis las conversaciones que tengo contigo. Guiño-guiño.

Me invitaron para charlar y mostrar mis poemas pero me pareció mejor leeros poetas varios, acompañado de la guitarra, y cantaros un poco. Deseo que te guste y, a pesar de tu cortita edad, puedas mantener un pequeño recuerdo para siempre de ese día tan importante para mí y que espero que para ti también llegue a serlo.

Eso sí, ya me conoces, no podré evitar induciros a la discrepancia con l@s poet@s que os llevo. No obstante, os leeré a Gabriel Celaya (para cargar de presente las armas del futuro), Gabriela Mistral (¡ay, "madre, madre"!), Alfonsina Storni (para encontrar "la caricia perdida"), Antonio Machado (algún proverbio y algún cantar) y José de Espronceda (ya veremos qué tal se me da subirme a la quilla de vuestra aula para recitar "la canción del pirata); os leeré y cantaré a Gloria Fuertes, por el centenario de su nacimiento (trataré de que me digáis los meses del año, que no mintáis mucho y que paréis la guerra conmigo); y os cantaré por Federico García Lorca ("la tarara" sin jueves santos), Ángel Petisme ("mi gigante preferido", la canción que te acompaña y cantas desde antes de aprender a hablar), Nicolás Guillén (para jugar con "la muralla"), Pablo Guerrero (para "tapar la calle" que conocéis gracias a Pica-pica) y finalizaremos con "Susanita tiene un ratón", de Guillermo Méndez Guiú y Amparo Rubín, que sé que os gusta mucho, y a mí también porque el ratón "es un gran campeón jugando al ajedrez" y le gusta "el cine y el teatro, y baila tango y rocanrol".

Aunque tú ya has escuchado mis poemas, por razones obvias, no puedo llevárselas a tus compis. Eres la única a la que sus padres, aún, no han consentido que la sodogmaticen y, aunque te veas perjudicada por ello, no voy a caer yo en el mismo error, a pesar de que yo voy mostrando razones demostradas, no miedos particulares.

De todo, sin embargo, y aunque parezca que me desvío del tema, me quedo con la ilusión que me genera poder aportar algo tan grande para que puedas ser la envidia, por un día, del resto.

El martes, 14 de febrero de 2017, promete ser el mejor cumpleaños de mi existencia. No creo en el tiempo más allá de como un sistema de orientación para esta especie engreída de la que formamos parte, así que, mientras me preparo, voy aprendiendo a contar los suspiros que me quedan y los nervios que me allanan hasta ese momento.

Te quiero mucho, mijita, y espero saber estar a la altura de tal sentimiento.

sábado, 11 de febrero de 2017

Moguer, 21 de octubre de 2015 e. c.

Ya sabrás a estas alturas que papi es bastante suspicaz, sobre todo en lo relacionado con lo que deriva de la política y de los poderes.

Recientemente, has comenzado tu andadura escolar y no hacen más que surgirme dudas sobre si te han de preparar para ser una gran persona con un futuro ejemplar o una simple vasalla.

Aún no has cumplido 3 añitos y ya te están metiendo en la cabeza, con la excusa de realizar trabajos comunes en todos los centros educativos de este país, la falsa idea romántica de los príncipes y las princesas, que no hacen más que ensalzar una diferencia de género contra la que llevo luchando toda la vida y más en especial desde que formas una parte tan vital en mi vida, cariño, así como una diferencia de clases de la que parece que hay que hablar de refilón a pesar de ser la historia misma.

Porque claro, por lo que te escucho, te están hablando del rey y de la reina, de los príncipes y de las princesas, de los caballeros y de las damas,... pero nada te dicen de los artesanos, campesinos, ganaderos,... ni siquiera te he escuchado hablar de los bufones o de la peste negra.

Pues bien, mijita, estos últimos son los que han sustentado desde siempre la base de toda sociedad a pesar de su hambre, sus miserias y de ser quienes levantaron esos castillos que tan equivocadamente te están haciendo admirar, con su sudor y mucha sangre derramada, y digo equivocadamente porque no te hablan de arquitectura o arte, sino de la ostentación que predominó. Las miserables concesiones, por parte de la nobleza y de la curia, eran a cambio, por norma general, de la vida misma, un método de esclavitud que aún hoy se sigue viendo como algo normal... Claro, que, al final, todas terminan pareciendo ser confabulaciones en la cabecita de papi, ¿verdad?.

Y te despachan con un papel diciendo que tus papis han de ayudarte a hacer un trabajo sobre los castillos medievales con sus personajes, pero no he visto que aparezca en ningún lado el feudalismo, ni las cazas de brujas, ni el abuso de poder, ni los efectos de la inquisición que se llevaron a cabo en los interiores de esos mismos castillos, ni tantas otras características que no han hecho más que afianzar el estatus de los monarcas y de la iglesia, principalmente, en la parte, posiblemente, más oscura y retrógrada de la historia... de la humanidad. Porque aunque no lo parezca, o parezca que se olvide o que se instruye de manera no deliberada, la historia de la humanidad trata de seres humanos.

A fin de cuentas, estos son los mismos cuentos que tu papi se ha negado a leerte, o los ha modificado, y que hablan de toda esa miseria machista, religiosa, degradante,... con una fantasía de total normalidad.

¿De verdad que tenemos que empezar otra vez desde cero contigo, marcada por ser hembra e hija de tu padre?... te aseguro que hubiera sido mucho más sencillo, productivo, evolutivo y divertido para ambos (y para todos, pero en especial para ti que eres la única que no está apuntada a ninguna clase de religión en el cole -no salgo de mi asombro-) hablarte sobre el origen de las especies.

Me resulta paradójico que se insista desde los diferentes estamentos de la educación en que el principal papel lo tenemos que desarrollar o ha de estar reforzado por los papis, cuando me empieza a dar la sensación, mijita, de que lo que pretenden es reeducarnos a través vosotr@s e inculcaros, en esta edad tan ávida que tenéis, unos valores que, estadísticamente, tienden a desaparecer (según los estudios científicos que se van realizando sobre la evolución).

Moguer, 18 de septiembre de 2015 e. c.

Mira, mijita.

¡Qué bonita parece la luna incluso esta noche! Aunque te pretendan mostrar la influencia de seres imaginarios y miedo en el cuerpo por infinidad de prohibiciones de falsa moral e infundadas razones, esa luna que se presenta tan escuálida esta noche tiene mucha más influencia sobre nuestras vidas que todas esas falacias.

Pues bien, cariño, resulta una paradoja de mal gusto que esta noche presente forma de guadaña porque segará la vida de muchas personas. No la luna directamente, claro, pero será testigo de cómo acucia la muerte en las vidas humanas sometidas al yugo de su propia inhumanidad. Y no sólo esta noche, sino cada noche, pero te lo escribo en ésta.

Habrá, no lo dudo, infinidad de personas, salvando las franjas horarias, que disfruten de una u otra manera de esta luna tan bellamente mortal, bajo un halo de indiferencia, me atrevería a afirmar, sin cuestionar por ello una actitud despreocupada ni irracional. Y habrá quien perezca sin que tenga nada que ver con lo que pretendo mostrarte.

Pero nunca olvides, mijita, que bajo este cielo aparentemente sereno también se cobijan demasiadas vidas cuyo “techo” se muestra más “desconcertante” que para nosotros, por la soberanía de los "cielos desconocidos" y las razones incomprensibles de quienes se postulan, quienes se creen elegidos para ocupar un territorio idealmente delineado.

De ahí, y sé que me reitero, la importancia no sólo de la educación sino también, una vez recibida como nos la hacen concebir, de la capacidad de progreso y de abrir la mentalidad… De evolucionar, mi vida. Pues con ello es importante adquirir el sentido de saber apreciar el entorno sin magias ni milagros sino aceptando la ignorancia propia de las condiciones del lugar por parte de quienes estamos de arrendamiento en la naturaleza, de paso, nada más. Valorar lo mucho o poco que tengamos porque siempre será más que lo que otros ni siquiera conciben. Reclamar, sin embargo, lo que otros usurpan porque es más de lo que nosotros somos capaces de concebir. Y buscar un equilibrio, y procurar ser responsable con el legado de nuestras huellas.

Y también he de reiterarme en mi egoísmo para contigo, mijita, pues puestos a no alcanzar la utopía deseo que todo lo que te cuento no lo conozcas allende mis misivas, que pertenezcas a esa clase de personas que, por enamoramiento, por estudio, o por cualquier otra inspiradora evocación, disfrutes de “estas lunas” voluntariamente y no te acomplejes contando estrellas en las noches que te resten de vida, y espero que sean muchas y vivas. Que si tienes que saber de esto no tengas más experiencia que el que la capacidad de observación te permita.

Mira, mijita, bajo esta misma luna morirán de hambre o de frío infinidad de personas que no lo merecen, al menos, más que otras que descansan plácidamente tras planear el devenir de los primeros. Y, sin embargo, la necedad del ser humano completa portadas con uno tan sólo de los segundos como si fueran iconos de la ética, rendidos a una pleitesía tergiversada en el orden de factores.

Moguer, 9 de septiembre de 2015 e. c.

Comienza un nuevo ciclo en el que habrá que luchar contra gigantes retrógrados y recalcitrantes que manejan la educación pública, en la que mañana inicias una nueva etapa de tu vida, mijita.

Espero saber contrarrestar lo suficiente los fantasmas del pasado, aún presentes inculcando miedos y restando valores, para que puedas ser tú misma y actualizada a los tiempos que deberías vivir... para que puedas desarrollarte como persona tal y como hayas de ser por ti misma, orgullosa y sin complejos, como viene siendo y ha de ser.

No voy a cargar sobre tus hombros lo que no he sido capaz yo de levantar, pero no sólo te preparas para el futuro: Eres el futuro, mijita.

Brindo a tu (eterna) salud, mijita, por el proceso natural de la evolución y porque no se apague la lucidez que destaca en tus instintos ni el brillo de tu mirada.

Moguer, 3 de septiembre de 2015 e. c.

Mira, mijita, tiene la misma edad que tú.

Sus padres también querían lo mejor para él, sin duda, pero se topó con el peor animal que hay sobre la faz de la tierra: el ser humano, al que de humanidad ya no le queda nada.

Como ves, no juega con una pelota en la playa y ya no tiene miedo de que le alcancen las olas.

Podría haber ido contigo a la guardería y empezar el colegio la próxima semana, quién sabe, si en tu misma aula.

¿Y sabes lo que es peor? Mis lágrimas no van a solucionar nada, con el tiempo comprenderás por qué papi tiene el corazón más negro que los pulmones y odia a los gobernantes, y empieza a odiar a quienes les votan. Es injustificable ya esta ineptitud. Ya comprenderás el sentido de tirar la piedra y esconder la mano.

Y pienso en la próxima guerra que vendrá, y nos tocará a nosotros, porque será la consecuencia obvia de toda esta inhumanidad, y mira si soy egoísta que sólo pienso en cómo evitar que eso mismo te suceda a ti, antes incluso de pensar en cómo puedo evitar tanta atrocidad como individuo.

Ríe, mijita, ríe mientras puedas. Ya sabes que ahí está mi patria, en tu sonrisa. Espero que no venga nadie a expatriarme, nadie debería saber lo que es eso.

Disculpa que se me ahoguen las palabras, cariño, como el nene tumbado en la orilla.